Nadie cuestiona ya que la imagen visual de marcas, productos y empresas es un factor competitivo estratégico. Empresarios y sociedad reconocen su importancia pero pocas veces se paran a pensar en el proceso que lleva hasta ahí.
Los logotipos y su aplicación a líneas de productos y otros elementos no surgen de la nada; son fruto de horas, días, meses de trabajo de profesionales del diseño gráfico. Análisis, conceptualización, desarrollo de formas, selección de colores, líneas y letras. Dar con la combinación perfecta que identificará a una empresa o producto por muchos años no se puede hacer a la ligera; debe encomendarse a profesionales ¿acaso pondrías las reformas de tu casa en manos de alguien que aprendió por intuición?
Si la sociedad no se da cuenta, en nuestras manos está hacer visible nuestro trabajo y poner en valor lo que hacemos y bajo esa premisa nació Di-Ca. La Asociación de Profesionales y Empresas de Diseño de Canarias es el instrumento que nos permite dignificar nuestra profesión y su papel como actividad económica puntera.
El diseñador valenciano Javier Mariscal dijo que el diseño gráfico es el reflejo del estado de ánimo de una ciudad y que contagia y es contagiado de optimismo. Di-Ca busca defender eso, la importancia de un buen diseño para ayudar a vender a las empresas aún en momentos grises.
Con una filosofía así, los de Daute teníamos que estar en Di-Ca y si nos preguntan el por qué, no nos pasará como en aquel anuncio del Atlético de Madrid, pues nosotros sí lo tenemos muy claro.