Cartas de restaurante diseñadas para incentivar el consumo y aumentar las ventas

La impresión de cartas de restaurante físicas supone una inversión que se traduce en un retorno de inversión y un incremento del 17% en tu facturación mensual. Además, con unos trucos en el diseño de tu carta conseguirías mejores resultados.

Está comprobado que una carta de restaurante con un menú estructurado aumenta el importe del ticket medio. Las razones son muy obvias:

• Visualización completa del menú.
• Destaca los platos más rentables.
• Información nutricional inequívoca.
• Detección fácil de alérgenos.
• Accesible a todos los públicos.
• Es parte fundamental del branding.
• Influye en la percepción del cliente.

Te traemos algunas ideas a tener en cuenta para hacer que tus cartas de restaurante te ayuden a incentivar el consumo.

1. Elige el mejor modelo de carta de restaurante. Porque los tipos son tan amplios como los conceptos gastronómicos. No hay un modelo de carta para cada tipo pero sí unas expectativas previas. Hay modelos de carta que por funcionalidad son acordes a ciertos conceptos gastronómicos pero también es posible romper y que eso sea un un método de diferenciación competitiva. Lo importante es dar una buena imagen, porque la carta es el preludio de la experiencia culinaria.
2. El diseño o disposición es importante. Distribuye el menú en el diseño pero con coherencia pensando en la facturación del local. Aquí tienes un ejemplo del mapa de calor en el que los comensales ponen mayor atención. Con esta estructura puedes situar los platos estrella o más rentables en las zonas más calientes.

3. Los platos más rentables. Se deben destacar sea con una tipografía más grande o incentivar su consumo con otras técnicas de venta.
4. Tipografía y descripción de los platos. Es necesario elegir una tipografía legible y con un tamaño adecuado, evitar las cursivas y otras filigranas. Además es fundamental poner nombres atractivos a los platos, con una breve descripción pero apetitosa.
5. Branding gastronómico. Sé fiel a la identidad corporativa teniendo en cuenta que lo más legible son letras oscuras sobre fondos claras. Y es que de nada sirve un interiorismo exquisito y una atención insuperable y si al llegar se encuentran una hoja estropeada o un folio plastificado con un QR.
6. Fotografías sí, pero no para todos. Las cartas con foto funcionan muy bien en conceptos como fast food, casual o delivery. Pero nunca en una carta de un restaurante de lujo.

7. La disposición de los precios. Para evitar que los comensales elijan por precio no los alinees con una línea de puntos. La mejor opción es colocar los precios al final de la descripción y no emplear el símbolo del euro ni el color rojo. Incluye el IGIC en tus precios, así evitarás estropear toda la experiencia al final del servicio.

8. Los alérgenos y la información nutricional. Comunicarlos clara y de forma inéquivoca es obligatorio por el Reglamento del Parlamento Europeo 1169/2011. Esto además dará mucha confianza al consumidor final.

9. Reseñas y redes sociales. Recuerda incluir las redes sociales para incentivar el recuerdo y favorecer que los comensales compartan la experiencia gastronómica es sus redes sociales.